Fourth Sunday of Lent • Year B
“Not to condemn the world,
but that through Him the world might be saved.”
–God So Loved the World, Edward Eicker
Today’s Gospel reading is one we have read so many times in our life. It’s everywhere. In our bibles, on coffee mugs, in songs, art, bumper stickers, wallpapers, and often it is one of the first passages we memorize. It’s the gospel. The good news of Jesus Christ. It’s beautiful. But so often we stop at at verse 16. We dont finish verse 17, let alone the rest of Jesus’s conversation with Nicodemus. If Christ doesn’t condemn the world, full knowing how lost we are, why are we so quick to do it to others? Church, let us be the hands and feet of Christ. Gently correct where we need to correct, but ultimately, I pray that we truely love one another. It’s what God commanded us to do.
–Christian Jesse
Cuarto Domingo de Cuaresma • Año B
“No para condenar al mundo,
sino para que el mundo se salve por él.”
–God So Loved the World, Edward Eicker
La lectura del Evangelio de hoy es una que hemos leído tantas veces en nuestra vida. Está en todas partes. En nuestras biblias, en las tazas de café, en las canciones, en el arte, en las calcomanías para las defensas de los coches, en los papeles pintados, y a menudo es uno de los primeros pasajes que memorizamos. Es el Evangelio. La Buena Nueva de Jesucristo. Es hermoso. Pero muy a menudo nos detenemos en el versículo 16. No terminamos el versículo 17, y mucho menos el resto de la conversación de Jesús con Nicodemo. Si Cristo no condena al mundo, a sabiendas de lo perdidos que estamos, ¿por qué nos apresuramos a hacerlo con los demás? Iglesia, seamos las manos y los pies de Cristo. Corrijamos amablemente donde tengamos que corregir, pero en última instancia, rezo para que nos amemos de verdad los unos a los otros. Es lo que Dios nos ordenó hacer.
–Christian Jesse