Reflection by Peter Adam Tice

In the beginning was the Word, and the Word was with God, and the Word was God.He was in the beginning with God. All things came to be through him, and without him nothing came to be. What came to be through him was life, and this life was the light of the human race; the light shines in the darkness, and the darkness has not overcome it.

– John 1:1–5

En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Todo se hizo por medio de él, y sin él no se hizo nada. Lo que se hizo realidad por medio de él fue la vida, y esta vida fue la luz del género humano; la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la han vencido.

– Juan 1,1-5

Music Selections:

Opening Track – Joy to the World from Revival III

Reflection Song – “Holy Night, Blessed Night” | by Chris de Silva

Christmas is when everything and nothing changes. The people who walked in shadows may have seen a great light, but shadows still surround us. Every valley has been raised up and every mountain brought low, and all our crooked paths un-crooked; but still we stumble, still we rise and fall and rise and fall, and manage to crook our paths all over again. Unto us a child is born, yet still we beat our ploughshares into spears and swords and guns and bombs and where that child was born two thousand years ago we reduce the ground to rubble where no child is safe. Christmas is when everything and nothing changes. Shadows still surround us, but light is within us. We rise and we fall and we make our paths crooked, but the Word is with us and walks beside us. Unto us a child is born and every child that is born is our child, and God’s child, and holy, because the light that shines is light for the whole human race. Christmas is when nothing and everything changes.

La Navidad es cuando todo y nada cambia. El pueblo que caminaba en sombras puede haber visto una gran luz, pero las sombras aún nos rodean. Todos los valles se han elevado y todas las montañas se han rebajado, y todos nuestros caminos torcidos se han desandado; pero seguimos tropezando, seguimos levantándonos y cayendo y levantándonos y cayendo, y volvemos a torcer nuestros caminos. Nos ha nacido un niño, pero aún así convertimos nuestros arados en lanzas, espadas, pistolas y bombas, y donde nació aquel niño hace dos mil años, reducimos la tierra a escombros, donde ningún niño está a salvo. La Navidad es cuando todo y nada cambia. Las sombras aún nos rodean, pero la luz está dentro de nosotros. Nos levantamos y caemos y torcemos nuestros caminos, pero la Palabra está con nosotros y camina a nuestro lado. Nos ha nacido un niño y todo niño que nace es nuestro hijo, y de Dios, y santo, porque la luz que brilla es luz para todo el género humano. Navidad es cuando nada y todo cambia.